Primera ampliación del analisis de las Iglesias Neopentecostales (sectas) en Guatemala

La intromisión de las iglesias (sectas) neopentecostales, en Guatemala y Latinoamérica, inicia más o menos en los años setenta. En el caso particular de Guatemala,  este movimiento neopentecostal se fortaleció con la llegada al poder del General Ríos Montt.

Lamentablemente, investigaciones académicas y periodísticas, han demostrado como en Guatemala, estas iglesias o más bien dicho sectas, fueron introducidas en nuestra sociedad como un plan estratégico de Estados Unidos, la oligarquía guatemalteca y los regímenes militares guatemaltecos, para dividir y sesgar más a Guatemala.

Uno de los mayores engaños de estas sectas neopentecostales fue el timo a sus feligreses, en su mayoría población rural, de que la entrada de grandes hidroeléctricas,  pozos petroleros o compañías mineras  iban a solucionar sus problemas económicos. Dirigidos por pseudo pastores, con gran capacidad de persuasión, han logrado colocar presidentes y alcaldes en altos puestos, siendo los dos más nefastos Efraín Ríos Montt (Golpe de Estado) y Jorge Serrano Elías. Ambos pertenecientes a dos iglesias neopentecostales muy poderosas (ELIM Y VERBO) en Guatemala.

Hoy en día, tenemos a otro de estos pseudo pastores, queriendo llegar a la Presidencia de la República de Guatemala, su nombre, creo que ya lo saben (Harold Caballeros). Él a través del apoyo de la  Universidad Francisco Marroquín y la nueva Universidad (San Pablo) que creó  para manipular comisiones de postulación, y también de movimientos nefastos como PROREFORMA, pretende ser nuestro próximo gobernante. Si logra llegar a ese puesto tan importante, sería el primer promotor del proyecto de  abrogación de la actual Constitución Política, para darle cabida a el movimiento de reforma constitucional de Manuel Ayaú, una Constitución no para el pueblo sino para todos aquellos seguidores del anarco capitalismo o neoliberalismo despótico.

Cambiando de tema, estos pastores que viven de grandes lujos, con jets privados, grandes camionetas, relojes valorados en miles de dólares y otros lujos más, juegan con la necesidad, de sus pobres feligreses, quienes necesitan de la presencia de Dios y de un perdón fácil por todos sus pecados, siendo cegados por las palabras rimbombantes, y las falacias de la teoría de la prosperidad (argumentos de las iglesias neopentecostales, sobre el materialismo económico) que si tienen esos lujos, es porque Dios así lo ha querido. Se olvidan de su servicio social y religioso, y se encargan de engañar y estafar a sus feligreses, haciendo curaciones inexistentes.

Lamentablemente estos movimientos neopentecostales atraen a los jóvenes en su mayoría de la Capital de Guatemala y las cabeceras departamentales,  a través de falacias haciéndoles creer que si pertenecen a sus sectas serán más populares  (si no pertenezco a Casa de Dios o a la Megafrater, soy impopular o estoy fuera).  Utilizan las famosas células de jóvenes y adultos inclusive para dividir más el pensamiento religioso de los guatemaltecos y no sólo dividirlo, sino confrontarlo.

Este confrontamiento entre células, no necesariamente ha sido entre neopentecostales y Católicos, sino, entre  las más de quince mil Iglesias Neopentecostales que existen en la actualidad dentro del territorio guatemalteco. 


 El problema de tal divisionismo y confrontamiento, se debe a que no tienen unificados sus pensamientos religiosos, cada una de estas sectas profesa su única fe verdadera (para ellos), sin importar el daño que ocasionan al no unificar criterios y no buscar planes, programas y proyectos que como religiosos ayuden a combatir la pobreza, la desnutrición y la desigualdad en Guatemala.